Este fin de semana, la comunidad somasca ha mostrado una vez más la fuerza de los valores de solidaridad y generosidad que son el corazón de la misión de los Padres Somascos. Movilizados por la devastación que ha dejado la reciente DANA en Valencia, un grupo de antiguos alumnos del Colegio Apóstol Santiago se ha organizado de forma sorprendente, uniendo esfuerzos para recoger y entregar material básico en un tiempo récord.
Lo que comenzó como una iniciativa solidaria espontánea rápidamente se transformó en una movilización masiva, en la que se unieron para ofrecer su ayuda a quienes más lo necesitan. A través de una nueva cuenta de Instagram creada específicamente para este proyecto, los jóvenes del colegio difundieron mensajes de colaboración, documentaron la recogida de material y compartieron el viaje de las furgonetas. La comunidad respondió con un entusiasmo desbordante, logrando reunir suficientes donaciones para llenar 14 furgonetas, que realizaron viaje tras viaje hacia Arganda, desde donde salían hacia Valencia, cargadas de esperanza y apoyo.
En la última publicación de su cuenta, los jóvenes expresaban su gratitud hacia todos los que hicieron posible esta misión:
“Gracias a la comunidad que hemos formado, hemos llenado 14 furgonetas que han hecho viaje tras viaje para llevar ayuda a quienes lo necesitan. Gracias por la solidaridad y la generosidad: esas furgonetas iban cargadas de esperanza e ilusión.”
Este acto de generosidad y entrega es un claro reflejo de los valores que se viven y se enseñan en las obras somascas, donde se fomenta en los jóvenes el sentido de responsabilidad hacia los demás y la importancia de poner el amor al prójimo en acción. La capacidad de nuestros alumnos y exalumnos para unirse rápidamente, organizando una recogida exprés y respondiendo con tanta eficacia a una crisis, es un fruto visible del compromiso somasco de formar a personas comprometidas con el bien común y solidarias con quienes atraviesan momentos difíciles.
A través de fotos y videos compartidos en redes sociales, los jóvenes han demostrado la fuerza y el impacto de esta iniciativa, que para ellos no termina aquí. En su mensaje, hacían un llamado a mantener este esfuerzo y encontrar nuevas formas de seguir colaborando con los afectados en Valencia:
“Sabemos que esto no puede parar aquí. Las necesidades son grandes y este esfuerzo debe continuar porque la recuperación de muchas familias llevará tiempo. Necesitamos encontrar nuevas formas de ayudar y pensar en más materiales esenciales que donar. La ayuda de cada persona es un pasito más hacia adelante por Valencia.”
La comunidad somasca y estos jóvenes se han convertido en un testimonio vivo de esperanza y compasión. Su creatividad y determinación están marcando la diferencia en la vida de muchas familias en Valencia, y con este espíritu de colaboración, sabemos que su ayuda y solidaridad continuarán siendo una luz para todos los afectados.